Serie "Desastres de la guerra".
Goya Museo del Prado
Diversos autores han glosado los supuestos de la guerra de guerrillas española como primera realización moderna de lo que hoy se conoce como “guerra revolucionaria”, que alcanzó su máxima expresión en la guerra de Vietnam
Este tipo de guerra, de la que España es precursora, requiere ciertos supuestos básicos, entre los que destacan:
- La aplastante inferioridad militar, que obliga a eludir el combate clásico en campo abierto.
- La beligerancia y el apoyo de la inmensa mayoría de la población.
- El carácter incesante de la guerra.
- La rapidez de movimientos
- La dispersión de fuerzas a la hora de la retirada, y la concentración en el momento del ataque.
- El factor sorpresa
- La identificación de los combatientes con la población civil
- La estrategia de objetivos limitados
- La información constante sobre los movimientos y la situación del enemigo
- La utilización del armamento capturado al enemigo
- La experta utilización y el dominio del espacio geográfico.
Sobre este último punto hay que tener en cuenta que para las guerrillas el dominio geográfico del territorio no presupone la ocupación (y ni siquiera el control) del campo de batalla como definición concluyente de la victoria. De acuerdo con las normas de la guerra revolucionaria, todo el territorio nacional pasa a ser campo de batalla, pero las guerrillas no están obligas a defender permanentemente el terreno ni a sostener una línea de frente.
El historiador francés Madelin destaca la enorme sorpresa que para Napoleón supuso la guerra popular desatada en España, que rompía con el presupuesto básico de su doctrina bélica: destruir las fuerzas principales del adversario en el campo de batalla, dando por sentado que después las “accesorias” caerían solas.
¿Pero qué ocurre cuando, por el contrario, el enemigo que trata de destruirse no posee nada que recuerde a un “Cuerpo de Batalla”? O bien, ¿ cuándo los medios de que el país dispone saben ocultarse de manera indefinida tras lo “accesorio”?.
MARTÍNEZ LAÍNEZ, F. “Como lobos hambrientos”