jueves, 24 de noviembre de 2011

INQUISICIÓN

Auto de fe
Pedro Berruguete. Museo del Prado

Uno de los elementos más importantes de control ideológico y político fue la Inquisición o Tribunal del Santo Oficio, solicitado al Papa en 1478. Este terrible tribunal estaba a las órdenes directas de los monarcas y su jurisdicción abarcaba todos los reinos.
A lo largo de la Edad Moderna, la Inquisición llevó a cabo multitud de procesos. Durante los primeros tiempos su objetivo principal fueron los judíos conversos, para cuya persecución había sido creada, pero más tarde sus actuaciones  se dirigieron  contra cualquier tipo de disidencia.
Su mecanismo de funcionamiento alentaba las delaciones y denuncias anónimas, animando a los ciudadanos a acusar a cualquier persona que a su juicio fuera un hereje. Durante el proceso el reo no era informado ni de quién le acusaba, ni de qué delito, ni de los testigos que existían contra él,siendo las torturas parte rutinaria de los interrogatorios y frecuentes las condenas que variaban desde el uso del llamado sambenito - una caperuza con las llamas del infierno dibujadas - hasta la muerte en la hoguera, acto que se celebraba en una ceremonia pública llamada auto de fe
La Inquisición llegó a imponer un  férreo control sobre el pensamiento con una vigilancia permanente sobre todo tipo de publicaciones y actividades en especial sobre la enseñanza y condicionó fuertemente la evolución de la cultura española.


miércoles, 23 de noviembre de 2011

LOS TERCIOS EN FLANDES

Las picas de los Tercios en acción
 de la película "Alatriste"

            En febrero de 1567 estalló la guerra abierta que iba a desangrar a Flandes y a España durante unos ochenta años...el duque de Alba, con cuarenta galeras, partía de Cartagena rumbo a Italia. Al llegar a Milán, la expedición estaba casi lista y a finales de junio partió hacia el norte por el conocido Camino Español que atravesaba Saboya, el Franco Condado, Lorena y Luxemburgo, y que Granvela había señalado en 1563 como el itinerario más idóneo porque discurría por territorios de Felipe II y de sus aliados.
            Eran un total de 11.000 hombres, casi todos españoles, de los que unos 1.300 eran jinetes, divididos en cuatro tercios. Junto a cientos de carros y miles de mulas que llevaban toda la impedimenta, marchaban cerca de 2.000 prostitutas también organizadas en compañías, para satisfacer las necesidades de la tropas, pues el duque quería evitar a toda costa que se produjesen incidentes con la población civil y opinaba que la proporción justa había de ser, como mínimo, de una ramera por cada ocho soldados. También iban numerosos sacerdotes y frailes, muchos más que médicos y cirujanos, pues consideraba más importante la salud espiritual que la física. Con una marcialidad y disciplina impresionantes, el ejército fue avanzando sin ningún incidente. Entre las fuerzas españolas cabe destacar a los cuerpos de mosqueteros, la última novedad armamentística de la época, que confería a este ejército la mayor potencia de fuego de la historia hasta ese momento.
            Para tranquilizar a la opinión pública de Flandes se dijo que esta fuerza sólo tenía la misión de preparar el inminente viaje del rey y que no venía a implantar la Inquisición. Cuando Alba llegó a Flandes salieron a recibirle varios nobles, entre ellos Egmont, pero el encuentro fue muy tenso. El conde le llevaba dos caballos de regalo, pero el duque no se privó de decir en voz alta, en un tono irónico y para que todos lo oyesen “Ahí viene ese gran hereje” 
            A finales de agosto de 1567 Alba hizo su entrada en Bruselas, pero ningún cargo salió a recibirle, dado el ambiente gélido y hostil, pues todos temían a aquellas tropas. En seguida fue a presentar sus respetos a la gobernadora Margarita de Austria que no ocultó la molestia que le causaba la presencia en Flandes de aquella expedición militar. La consideraba un desacierto político y un menoscabo a su autoridad, pues no había sido consultada en nada. El duque le contestó que sólo había venido a obedecerla, pero sin concretar nada más, aunque los despachos reales que portaba consigo le conferían la máxima autoridad política y militar. Por lo tanto, y de forma muy coherente, a las pocas semanas Margarita dimitía como gobernadora y regresaba a Italia (a Parma), cubriendo su cargo el duque de Alba.
          
            Juan Carlos Losada " Los generales de Flandes"

lunes, 21 de noviembre de 2011

ARMADA INVENCIBLE

Derrota de la Armada Invencible
P.J. Loutherboug. (1796)

Está bastante claro que el objetivo prioritario de la empresa de Inglaterra no era tanto la conquista inmediata e irrenunciable de la isla como pararle los pies a Isabel I.
La empresa de Inglaterra no era una acción ofensiva o expansionista, fruto de la ambición de un monarca codicioso, sino una operación defensiva, y como tal destinada a preservar los intereses amenazados de sus súbditos y a salvaguardar la religión católica. En definitiva una guerra justa.
Orientada a proteger los intereses comerciales de comerciantes y cargadores de la carrera de Indias; a proteger por mar y tierra los Países Bajos – en los que se desarrollaba una guerra que amenazaba con ser interminable con la intromisión inglesa- ; a proteger las propias costas peninsulares  en Galicia y Andalucía…Si se limpiaban los mares de corsarios – que tanto dañaban al comercio- y se conseguía acabar con la guerra de los Países Bajos – con el dañino cáncer flamenco que parecía querer alimentarse indefinidamente con los soldados y el dinero de Castilla- entonces sí merecería la pena el esfuerzo que representaba someter a Inglaterra. 
                                    
    Carlos Gómez-Centurión  "La Invencible y la empresa de Inglaterra

FELIPE II

Retrato de Felipe II
Tiziano

El rey Felipe II era un hombre duro, pero no era ni cruel ni sanguinario, y si su política resultaba a veces cruel, entonces intentaba cambiarla.  Se enfrentó a grandes problemas exteriores que amenazaban su imperio: la lucha contra los turcos, contra los franceses, contra la insidia permanente de Isabel I de Inglaterra y sus corsarios, y trató de resolver el problema de Flandes. Desde su época se inició la Leyenda Negra, alimentada por Antonio Pérez, que lo convertía en un personaje despótico, fanático y terrible. 

CARLOS V

Retrato ecuestre de Carlos V
Tiziano.  Museo del Prado

No era el Emperador muy alto, pero sí bien proporcionado, la frente espaciosa, la mirada penetrante, la nariz aguileña muy pronunciada, y un tan acusado prognatismo, que el embajador de Venecia Gaspato Contarini dejó escrito que ninguna parte de su cuerpo es criticable, sino la mandíbula, que parece postiza y le obliga a llevar siempre la boca abierta.  Cuentan otros autores a este repecto del desmesurado prognatismo de Don Carlos que la desproporción del maxilar inferior le había costado al Rey-Emperador algún sonrojo, tal como cuando un rústico infanzón, vecino de Calatayud, se le acercó en la primera visita que Carlos I hizo a aquella población, recomendándole con su franqueza típicamente aragonesa: "Mi Señor, cerrad la boca, que las moscas de este reino son traviesas...". Tal vez por sugerencia de la Emperatriz decidió  Don Carlos a partir de la boda dejarse crecer una barba ancha y corta con lo que el prognatismo quedó bastante disimulado

Fernando González-Doria "Las reinas de España"

martes, 15 de noviembre de 2011

BOABDIL

El suspiro del moro
F. Pradilla 1892

Cuenta la leyenda que Boabdil se rindió en Granada sin luchar en 1492. Tras arrebatar los Reyes Católicos el último reducto de la dominación musulmana a Boabdil, el rey moro y su séquito fueron desterrados de Granada. Los monarcas le exiliaron  e inmediatamente izaron la bandera de la España cristiana sobre la Alhambra, señalando el fin del último reino musulmán de la Península. Se les cedió un pequeño territorio en las Alpujarras, donde aguantarían aún unos años.
Camino a su destierro, Boabdil no se atrevía a girar la mirada hacia Granada, y sólo cuando estuvo lejos, hizo una pausa en su camino, sobre la colina conocida como  El Suspiro del Moro, y observando por última vez su palacio y la bella ciudad que había perdido, suspiró, y rompió a llorar. Su propia madre, Aysha, llena de sorpresa y furia, le reprochó sus lágrimas exclamando: "Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre".

martes, 8 de noviembre de 2011

LA CONQUISTA DEL REINO NAZARÍ

Patio de los leones. Alhambra
 
Desde mediados del siglo XIII las fronteras con el reino de Granada se habían mantenido prácticamente inalteradas. Los Reyes Católicos se plantearon la conquista de Granada con un doble objetivo: recuperar el territorio y asociar a Castilla y Aragón en una tarea común. En 1482 empieza el proceso. La guerra, considerada como cruzada, necesitó un ejército numeroso y moderno, y la organización de una administración y de recursos financieros. La estrategia consistió en ir tomando las distintas ciudades y plazas fuertes del reino Nazarí, además de destruir sus recursos económicos. La guerra tuvo cuatro etapas en las que se fueron ocupando las partes occidental y central primero hasta ocupar el puerto de Málaga, que dejó la capital aislada del note de África. También facilitó el proceso las divisiones y luchas internas de la nobleza árabe y la familia Nazarí. Boabdil tras ser capturado, se comprometió a facilitar la entrada en la ciudad. Se construyó un campamento de Santa Fe y la sitiaron. Boabdil, viendo el final, firmó un acuerdo en secreto con los Reyes, en el que se garantizabas ciertos derechos a los musulmanes. Granada se rindió en 1492, la Reconquista había terminado. El reino de Granada se incorporó a Castilla, y los acuerdos tomados respecto al trato a los musulmanes fueron inicialmente respetados gracias a fray Hernando de Talavera. En 1502, el Cardenal Cisneros, obligó a los musulmanes a convertirse o a emigrar al norte de África. Los convertidos se denominaron moriscos, y planteron numerosos problemas hasta su expulsión en el siglo XVII.


jueves, 3 de noviembre de 2011

BATALLA DE GUADALETE.711

La batalla de Guadalete
S. Martínez Cubells. Academia de Bellas Artes. Madrid

Entre los años 711 y 718 una mezcla heterogénea de pueblos árabes, bereberes y sirios, todos ellos musulmanes, entraron en la Península Ibérica. La conquista se efectuó después de la batalla de Guadalete (711) en donde las tropas musulmanas comandadas por Musa y Tarik derrotaron al ejercito visigodo de Don Rodrigo. La expansión militar que se produjo a continuación fue rápida y sin demasiados obstáculos debido a diferentes causas: las luchas internas entre los visigodos, que fragmentaban el estado y daban poca cohesión social a la población, igualmente los pactos o capitulaciones que se firmaron entre los invasores con nobles visigodos que les transferían soberanía a cambio de mantener sus posesiones. Tan solo las zonas montañosas del norte de la Península se mantuvieron aisladas al nuevo poder árabe que se estableció, que nunca consideró a tales áreas como focos de resistencia.
Hasta el 756 existirán diferentes gobernadores dependiendo de Damasco, es la etapa de ocupación y asentamiento del mundo musulmán en el territorio peninsular. Tras la derrota en  la batalla de Poitiers (732), los musulmanes se plantearon el asentamiento en la Península Ibérica.
Al-Ándalus se convierte en una provincia del Califato de Damasco, y los emires dependientes controlan y organizan el territorio. Se enfrentan a problemas entre los propios invasores, de diversa procedencia: árabes (la aristocracia del ejército) bereberes (el grueso del ejército) y sirios (soldados de refuerzo); e impulsan el proceso de islamización que vive la población hispano-visigoda.

martes, 1 de noviembre de 2011

JUANA DE CASTILLA

Doña Juana la loca
F.Pradilla Ortiz 1877. Museo del Prado

Evocación del viaje que hace doña Juana desde la Cartuja de Miraflores a Granada acompañando el cadáver de su esposo Felipe el Hermoso. Según la crónica de Mártir de Anglería la comitiva estaba compuesta por eclesiásticos, nobles y caballeros, y en una de las jormadas, de Torquemada a Hornillos "mandó la reina colocar el féretro en un convento que creyó ser de frailes, mas como  luego supiese que era de monjas, se mostró horrorizada y al punto mandó que lo sacaran de allí y le llevaran al campo. Allí hizo permencer toda la comitiva a la intemperie, sufriendo el riguroso frío de la estación"