BODA CLANDESTINA DE ISABEL Y FERNANDO EN VALLADOLID.1469
Esta unión tenía un carácter dinástico, habiéndose establecido en la persona de los reyes. Hablar de unidad nacional puede resultar equívoco pues en modo alguno se creó un estado centralista y unificado para el conjunto de los territorios: tanto el reino castellano-leonés comola
Corona de Aragón mantenían sus instituciones propias, sus respectivas
Cortes, e incluso sus aduanas y su sistema monetario. En estas condiciones la
personalidad de las diversas nacionalidades pudo preservarse. Así, cuando en
1504 murió la reina Isabel, le sucedió en el trono de Castilla su hija Juana y
no su marido Fernando.
Esta unión tenía un carácter dinástico, habiéndose establecido en la persona de los reyes. Hablar de unidad nacional puede resultar equívoco pues en modo alguno se creó un estado centralista y unificado para el conjunto de los territorios: tanto el reino castellano-leonés como
No obstante, el peso de Castilla era
mayor. Contribuían a ello su mayor extensión territorial y su evidente
dinamismo demográfico y económico. Pero también contaban otros factores, Del
propósito de los Reyes Católicos de fortalecer su poder encajaba mejor en la
tradición política castellana, caracterizada por la tendencia semiabsolutista
que en la Corona
de Aragón, dominada por el pactismo, especialmente en Cataluña. A Castilla se
incorporaron tanto el reino de Granada
como América. Ahora bien, la influencia aragonesa se dejó sentir en otros terrenos,
así en la política internacional, consiguiendo poner fin a la tradicional
alianza franco-castellana.
Los Reyes Católicos desarrollaron una importante
labor en orden al fortalecimiento de las instituciones de gobierno. Los
letrados se convirtieron en el auténtico
eje del reorganizado Consejo Real,
en el cual los miembros de la alta nobleza quedaron relegados a un mero papel
consultivo.
En el terreno de la administración de la justicia, ante la complejidad del trabajo que
se acumulaba en Valladolid, decidieron crear una segunda Chancillería
establecida en Ciudad Real (trasladada el año 1505 a Granada) y con
jurisdicción sobre todos los territorios situados al sur de sierra Morena.
La hacienda
regia, aunque apenas modificada en cuando a sus estructuras, fue saneada. La
recuperación de rentas efectuada en las Cortes de Toledo de 1480 y sobre todo
la incorporación a la Corona
de los maestrazgos de las órdenes Militares jugaron en este sentido, un papel
altamente positivo.
Utilizaron el modelo de las Hermandades para crear una
institución nueva la Santa Hermandad (1476). Organizada a base de
cuadrillas, reclutadas sobre bases locales, la Santa Hermandad tenía una
finalidad policial (persecución de los perturbadores del orden) y judicial.
Por lo que respecta a la Iglesia , la intervención
del poder secular era patente, siendo particularmente manifiesta en el regio patronato concedido a los
monarcas sobre Granada, Canarias y América.
Se generalizó el régimen de corregidores. Dotados de facultades políticas y judiciales, los
corregidores eran delegados del poder regio en las ciudades y villas de reino
castellano-leonés. Ellos presidían los Ayuntamientos, juzgaban, cuidaban del
mantenimiento del orden y, en la práctica, designaban a los procuradores en Cortes de sus
respectivas ciudades y villas. De esa forma culminó el proceso, cuyas raíces se
remontan a mediados del siglo XIV de liquidación de las autonomías municipales.
Pero estas
reformas afectaban exclusivamente a la Corona de Castilla. En los territorios de la Corona de Aragón el
carácter contractual del poder
monárquico dificultaba grandemente la potenciación de las instituciones
centrales del gobierno. Hubo, sin embargo, algunas reformas dignas de mención.
Recordemos por lo que se refiere a Cataluña, la introducción del régimen de insaculación en la elección
de los cargos públicos, y el fortalecimiento de las atribuciones de los
lugartenientes generales, cosa explicable por la prolongada ausencia del
monarca del Principado…también la introducción de la Inquisición , que
originó graves problemas.
Julio VALDEÓN,
Julio “Los Reyes Católicos: la unidad dinástica de Castilla y Aragón”
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