viernes, 16 de diciembre de 2011

REFORMAS EN LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO

Carlos III almorzando
L.Paret 1770. Museo del Prado 
Esta monarquía centralista tiene como base la figura del rey con poder absoluto de origen divino. Le asisten los Secretarios de Despacho, generalmente de Hacienda, Guerra, Marina, Justicia, Indias  y Estado. Desaparecen los consejos, aunque sigue el Consejo de Castilla quedando tan sólo como cuerpo consultivo  que elabora informes.
Con los Decretos de Nueva Planta se suprimen fueros, fronteras, aduanas interiores e instituciones políticas.
El nuevo modelo de administración territorial, divide el territorio en provincias; sustituye los Virreyes por Capitanes Generales que desempeñaban funciones militares y gubernativas; mantiene las Reales Audiencias; crea la figura de los Intendentes, funcionarios encargados de cuestiones económicas, que tenían atribuciones en materias de hacienda, milicia, justicia, gobierno, obras públicas e inspección e autoridades y organismos; y respeta los cargos existentes en los Ayuntamientos.
La nueva dinastía intenta reformar el sistema de Hacienda, tratando de unificar y racionalizar los impuestos y la moneda, contribuyendo a modernizar la economía al dotarla de una cierta estabilidad. Además establece nuevos impuestos en la Corona de Aragón referidos a riqueza rústica y urbana, y a ingresos por trabajo; y crea un  fondo común que reúne los recursos del estado y centraliza los gastos.
Las tendencias uniformadoras se aplicaron también mediante la obligación del uso del castellano en la nueva administración.




jueves, 15 de diciembre de 2011

DECRETOS DE NUEVA PLANTA

El 11 de septiembre
A. Estrucch 1909

La Corona de Castilla se decantó por los Borbones, mientras la Corona de Aragón temorosa de que Felipe V aplicara en España el modelo de administración centralista que existía en Francia y les privase de sus fueros tradicionales, decidieron apoyar al candidato austríaco. En esta contienda civil Felipe V obtiene grandes victorias militares (Almansa, Brihuega, Villaviciosa) consiguiendo someter a la Corona de Aragón, publicando los Decretos de Nueva Planta, que suponen la abolición de la mayoría de los fueros de esos reinos y que señalan el modelo centralista de su reinado. En 1714 con la ocupación de Barcelona, derrotadas las fuerzas del conseller en cap, Rafael Casanova,la guerra terminó. 


TRATADO DE UTRECHT


La familia de Felipe V
M. Van Loo.

La guerra de Sucesión -1701-1713- estalla ya que el Archiduque Carlos de Habsburgo, también pretendiente a la corona, no acepta el testamento de Carlos II que nombraba heredero a Felipe de Anjou. Es apoyado por Inglaterra y Holanda, que temían una unión de España y Francia bajo un mismo monarca, o que miembros de la misma familia, los Borbones, y una posible alianza entre ambas, pudiese llegar a ser un poder hegemónico en Europa. En 1701 se constituye las Gran Alianza de La Haya, formada por Austria, Gran Bretaña, Países Bajos y Dinamarca. Más tarde se unieron a ella Portugal, Prusia y Saboya. En 1702 declararon la guerra a Francia. En 1703 el archiduque Carlos de Austria era proclamado rey de España...La guerra en Europa finaliza al heredar Carlos en 1711 el Imperio Alemán, y cambiar la perspectiva de Inglaterra y Holanda ante una hipotética unión de España y Austria, que tampoco les convenía.
Las conversaciones de paz concluyen con la paz de Utrecht (1713) y los Acuerdos de  Rastatt (1714), aunque en España la guerra continuó hasta 1714.
Felipe V es reconocido Rey de España renunciando a sus derechos al trono francés. Los grandes beneficiarios fueron Austria y Gran Bretaña. Austria se apodera de Flandes, Milanesado, Nápoles y Cerdeña. Saboya se anexiona Sicilia. Inglaterra, obtuvo Gibraltar, Menorca, y la entrada en el mercado de la América española con el navío de permiso que suponía la autorización para enviar anualmente una nave comercial y el asiento de negros, o la exclusividad en el comercio de negros.



martes, 6 de diciembre de 2011

DUQUE DE LERMA

Duque de Lerma
Rubens. Museo del Prado

En el siglo XVII, con los Austrias Menores, aparece la figura del valido. Éstos son nobles en los que el rey deposita toda su confianza, y ellos toman las principales decisiones de la monarquía, al tiempo que usaban o abusaban en beneficio propio del favor real para ejercer el poder y colocar en puestos clave a sus partidarios, familiares y amigos. Éste modelo político se explica por la complicación de la tarea de gobernar y a la vez por la dejadez y el abandono de los monarcas.
El valido tomaba decisiones ignorando el sistema de Consejos que se encontraba estancado, lo que unido al aumento de la corrupción provocó bastantes críticas entre los miembros de la nobleza apartados de los favores del valido. El duque de Lerma y el duque de Uceda con Felipe III, y el Conde-Duque de Olivares con Felipe IV fueron los más importantes. Aunque desde mediados de siglo el valimiento entra en crisis, seguirán existiendo durante todo el siglo, pero sin la misma importancia.

CONDE DUQUE DE OLIVARES

Conde duque de Olivares
Velázquez. Museo del Prado

          Olivares combinaba el imperialismo quijotesco que pertenecía a la época dorada de Carlos V y Felipe II, y la actitud práctica de los arbitristas. Su intención era llevar a cabo una serie de reformas, sobre todo la reforma de las finanzas que no podía esperar más. La situación financiera con que se enfrentaba Olivares se resumía esencialmente en dos problemas distintos pero íntimamente relacionados. La Monarquía se había encontrado en apuros durante el reinado de Felipe III, ante todo debido al agotamiento de Castilla, que cargaba con el peso principal de las finanzas de la Corona. El agotamiento de Castilla, a su vez, se atribuía a la gran carga tributaria que sobre este reino recaía y pesaba con enorme dureza sobre sus ciudadanos más productivos. Así pues la finalidad de la política financiera de Olivares debía residir en primer término en una redistribución más equitativa de la carga tributaria soportada por Castilla, y en segundo lugar, en obligar a las demás provincias de la Monarquía a acudir en ayuda de Castilla, de modo que ésta pudiese verse aligerada del desproporcionado peso que acarreaba.
          Creyó Olivares que el proceso podía comenzar con el establecimiento de alguna fórmula de cooperación militar entre las diferentes provincias: la UNIÓN DE ARMAS, que tenía que llevarse a acabo mediante las creación de una reserva común de 140.000 hombres, aportados y mantenidos por todos los Estados de la Monarquía, según una proporción fija.
         
               J. Elliot "La España Imperial"